Parece que el marketing es algo que hayamos inventado ahora y nada más lejos de la realidad. Si tomamos como definición de marketing una de las favoritas de Luis Bassat, tenemos que creer a pies juntillas que «el marketing y la publicidad es el arte de la persuasión» y este está presente o puede darse en todas las facetas de la vida, desde el nacimiento.
Dado que el marketing es para todos y en todo momento y ámbito de la vida, podemos deducir facilmente que habrá gurús del marketing que ni siquiera trabajan en una agencia. Desde tu madre al charcutero de tu barrio y pasando por supuesto por aquel profesor que te marcó, podemos hablar de expertos que bien podrían manejar su propia agencia de marketing. Por supuesto, estas personas que son persuasivas por naturaleza no podrían liderar estrategias y realizar informes porque no son profesionales y no se preocupan por medir sus éxitos y comprobar que estrategias son las más adecuadas, simplemente tienen el arte del marketing en las venas y ninguna intención de explotarlo a niveles profesionales pero observando sus técnicas podemos inspirar la base de cualquier estrategia de marketing exitosa.
A nivel de negocio, sabemos que nos atraen más aquellos que nos dan un servicio personalizado. Podemos ser conscientes de que el camarero del bar donde vamos cada día no sabe nuestro nombre y por ello nos trata de «señorita», «caballero», etc. pero agradecemos profundamente que tome buena nota de nuestros gustos y eso le garantizará que de todos los bares de la zona, vayamos a tomar café cada mañana al suyo porque nos ofrece «lo de siempre» y eso genera un sentimiento de familiaridad que se paga con fidelidad. De igual manera las empresas debemos ofrecer a nuestros clientes un servicio personalizado, tratar a cada uno como si fuera nuestra única prioridad. Jamás debemos decirle a un cliente que no podemos atenderle porque estamos con otro cliente o hacerle sentir menos importante que al resto de nuestras cuentas, él confía en nosotros, nos ha abierto las puertas de su casa y debemos corresponderle con cordialidad y darle la confianza de que vamos a luchar por sus objetivos.
Otro punto que tocan estos artistas del marketing online y que nosotros como agencia recomendamos es aplicar la metodología Lean Start-up a todos los procesos de la agencia de Marketing. Con este sistema podemos ganar tiempo y reducir costes al realizar pruebas a pequeña escala que además nos permiten introducir cambios en el negocio sin dejar de lado lo que nos ha venido funcionar. Es decir, la peluquera de nuestro barrio no cambia todos los productos que utiliza para dar un buen servicio si no que sigue utilizando la laca de siempre pero poco a poco informa a sus clientas de que ha encontrado un nuevo producto que aguanta mucho mejor la fijación del peinado e invita a probarlo, de esta manera la peluquera va a introduciendo una laca que está probando porque le parece mejor o simplemente es más rentable sin imponer a sus clientes habituales un producto que podría generarles rechazo de primeras. Si en un periodo de tiempo, la peluquera observa que el nuevo producto no es bien aceptado podrá volver al que utilizaba habitualmente sin haber invertido grandes sumas en adquirir el anterior y lo más importante ¡sin perder la confianza de sus clientes!
Otro punto fundamental para toda agencia o profesional del marketing es la capacidad de adaptación, ya sea al tipo de cliente, a los tiempos de los que dispone y por supuesto a los nuevos canales de comunicación. En este último punto, las personas que trabajan cara al público vuelven a darnos una lección. Raro es el negocio que no pone a disposición de sus clientes nuevos métodos de comunicación. Seguro que si pensáis un poco se os ocurren fisioterapeutas que atienden tus dudas por Facebook o hasta carnicerías que toman pedidos mediante Whatsapp, estos ejemplos de adaptación al medio por simple instinto y vocación de servicio dam muchas pistas a las agencias de marketing sobre los canales de los que pueden valerse sus marcas para llegar al gran público.
Diferenciación o morir, eso lo tiene super claro el charcutero del mercado, es su filosofía y si se diferencia porque con cada compra te pone en la bolsa unos caramelitos o que te hace la cuenta y después te regala el final del jamón york porque «en una ensalada haces taquitos y te va a encantar», sabe que vas a volver. Si su diferenciación como bar es que a Manolo le gusta ponerte una tapa de paella aunque hayas pedido un café con leche y sean las 9 de la mañana con eso sabe que vas a llegar a la oficina diciendo que el del bar de abajo está loco por poner esas tapas por la mañana temprano pero ¡tus compaañeros irán a comprobarlo! La diferenciación es fundamental para el cliente y agencias de marketing hay muchas, la diferencia está en lo que ofrecen al cliente y las hace especiales.
Las colaboraciones o hay que tener amigos hasta en el infierno, eso lo sabe muy bien el fontanero al que siempre llamas porque te ha dado un servicio fenómenal y además se lo recomiendas a tus amigos, compañeros y a todo el que te pregunta porque el tipo se lo merece… así poco a poco el fontanero ha ido tejiendo una red de clientes que a su vez se han convertido en contactos que le recomiendan. Por otra parte, nuestro fontanero crea sinergías con otros profesionales o proveedores que le envían a sus clientes cuando necesitan trabajos de fontanería. Para una agencia de marketing los contactos son fundamentales, ya sea con otros profesionales del sector, proveedores y sus propios clientes. Un buen trabajo es siempre la mejor carta de presentación profesional.