Internet y las redes sociales nos han abierto un auténtico universo de posibilidades. Ya no tenemos que quedar cara a cara para poder charlar con un amigo, ni visitar una empresa para poder entregarle nuestro currículum, ni salir de casa para comprarnos algún trapito de la nueva temporada.
Internet ha eliminado cualquier frontera, permitiéndonos interactuar con personas de la otra punta del planeta y ha hecho del conocimiento un valor universal y al alcance de todos. Las nuevas tecnologías han llegado para hacernos la vida más fácil y para ayudarnos a compartir nuestros conocimientos, nuestro saber y nuestras chorradacas.
Claro que sí, y es que si hay algo que ha hecho internet en estos últimos años, ha sido abrir la caja de pandora de las tontadas, y justificar que los ociosos pierdan (aún más) su infravalorado tiempo en crear tendencias virales que no sirven para nada más que para hacernos reír, eso sí, a mandíbula batiente.
Bienvenidos a la era de las gilipolleces virales de internet: desde el famoso Harlem Shake hasta el tema que nos ocupa hoy, pasando por el ice bucket challenge, el fire challenge o aquellos que decidieron dejarse los morros dentro de un vaso de chupito.
Si el ser humano ya era idiota por naturaleza, estas nuevas tendencias, no han servido más que para impulsarles a fomentar esa estupidez, dándoles difusión a las más surrealistas perogrulladas del «colgao» de turno.
Y ¿cómo no?, esto es ley de vida y aunque ya nos advirtieron nuestras madres, si tu amigo, (que, casualmente, es el colgao de turno del que hablábamos antes) salta de un puente o se prende fuego o se vacía un cubo de hielos sobre la cabeza, tú vas detrás y te siguen otros 200. ¡Todo sea por petarlo en la red y poder nadar entre “me gustas”, compartidos y otros signos de aprobación, que poco a poco van alimentando nuestro ego social!
Pero centrémonos en nuestra tendencia absurda preferida, que, gracias a Dios, hay que reconocer que, de todas, es de las más inofensivas y, probablemente, también de las más divertidas.
La premisa es la siguiente. Como en la viña del señor tiene que haber de todo, resulta que ha aparecido un gran número de almas en pena que imploran la ayuda de los másters de la edición fotográfica, para retocar sus fotos más apreciadas.
¿Qué pasa? Que también hay gente con muy mala leche, que no sólo no les ayuda sino que, dando rienda suelta a sus más fantasiosas ocurrencias, se dedican a trollear la foto original, reinterpretando «a su manera» la petición del dueño.
Peticiones tan inocentes como eliminar una mano delante de la cámara, deshacerse de alguien que se ha colado en plano, cambiar la perspectiva de la imagen o incluir a alguien que no estaba en la foto, se han convertido en auténticas batallas de ingenio, a las que cualquiera puede contribuir con su aportación, al margen incluso de saber o no saber emplear el Photoshop. No hay requisitos que cumplir, ni destrezas mínimas que demostrar, el montaje más absurdo gana.
El último en sumarse a esta tendencia, fue Cabronazi, que, como todos nosotros, vió un filón en esta nueva forma de hacer humor. Pero remontémonos al origen y recuperemos algunas de las primeras joyitas.
Siéntense cómodamente en sus sofás y disfruten, porque ninguna de ellas tiene desperdicio…
¿Quién no se acuerda de este pobre muchacho, que sólo quería que le colocaran el sol entre los dedos?
¡Que suelten a los trolls!
¿Y de este pobre que lo único que pedía era que le quitaran la mano que aparecía en la foto?
Y cuando dijo que la solución del garfio no le convencía…
Al siguiente chico, sus palabras también le jugaron una mala pasada. Pidió que, por favor, alguien le eliminara las manchitas que se ven en el espejo y al ingenioso de turno, le pareció buena idea aplicar la máxima del: «no le des peces, enséñale a pescar».
También hay algunos, que ya sólo por lo que piden, se lo tienen bien merecido. Peticiones como «quiero parecer más peligroso»
o «Quiero parecer un héroe, haciendo algo valiente» tienen mucho riesgo en estos foros…
Lo mismo ocurría hace unos días con una iniciativa lanzada desde el perfil de Facebook de Cabronazi, con esta imagen en la que la chica protagonista de la foto pedía que, por favor, alguien le ayudara, eliminando a la señora de al lado con Photoshop.
Sobra decir que a los fans de la página les sobró tiempo para subir y compartir sus propias propuestas que cuentan ya con montones de likes y compartidos. A continuación os dejamos también algunos de los mejores.
¿Y a vosotros cuál es el trolleo de Photoshop qué más gracia os ha hecho?