Estoy agotado de leer posts basura de marketing digital, especialmente de marketing de contenidos y social media marketing. Los guruses, su cohorte y todas las hordas nacidas del boom del marketing en redes sociales ya han dicho de 15 o 20 maneras distintas todo lo que se podía decir sin tener ni puta idea. Están secos. Y no de ahora, llevan secos ya lo suficiente para que esto empiece a oler. Mi TL de Twitter es un coñazo. Gran parte de los grupos de FB en los que participo, son un coñazo. Los grupos de Linkedin, son un coñazo. Paso por las actualizaciones a diario esperanzado, buscando oro en una montaña de… basura. Menos mal que ahora tengo Snapchat (con sus impresionantes cifras). No es que en Snapchat encuentre mucho contenido del que según los criterios tradicionales se consideraría contenido de calidad, pero sin duda es un soplo de aire fresco que airea la casa de ese tufillo a estiércol que últimamente me dejan otras redes. Aunque también se puede encontrar y se encuentra en Snapchat contenido de calidad al uso. Por ejemplo tenemos a Aleyda Solis, en Twitter la encontrarás como @Aleyda y como @aleydasolis en Snapchat, que a través de la novedosa red social del fantasma nos da valiosos consejos SEO y nos recomienda herramientas. Además seguimos sus viajes de conferencia en conferencia por todo el mundo en plan Willy Fog. Súper recomendable.
¿En qué punto estamos? Pues se hace evidente algo que ya os contaba en 2012 (y seguro que antes aún en mi desaparecido blog personal , pero este es el post más antiguo que he encontrado online). El marketing digital, el social media marketing, las estrategias de contenidos, los influencers y todo lo demás sin duda han aportado innovaciones y jugosas nuevas maneras de relacionarse con el consumidor. Pocas personas han defendido más que nosotros, que la publicidad tradicional e intrusiva está en decadencia (fuerte aún sí, pero en decadencia) y la nueva era ha cambiado muchas reglas del juego. Pero esto sigue siendo marketing. Sigue siendo publicidad. Sigue siendo comunicación. Se sigue tratando de emociones, de percepciones, de posicionamiento y de top of mind. Eso, no ha cambiado. Nada.
Recojo una perla de Idoia Cantolla que compartí en aquel post de 2012 y que sigue de tremenda actualidad:
Que todo es lo mismo, que llegan nuevas herramientas y nuevos formatos pero la base, la esencia, es la misma de ayer y de siempre; que existen unos principios básicos que si bien no garantizan el éxito aseguran campañas eficaces; que no hay que tener miedo a las nuevas tecnologías, sino convertirlas en un aliado y enfrentarse a ellas con serenidad. Que todo vuelve, y que (digan lo que digan) sigue siendo más importante la calidad que la cantidad.
¿Cómo se relaciona esto con la basura en nuestros TLs? Elemental, querido Watson. Cuando todo lo superficial se ha dicho, y vaya si se ha dicho ya, no tanta gente tiene lo que hay que tener para ser capaz de generar contenidos que merezca la pena leer. Experiencia.
En fin, que seguiré en Twitter, seguiré en los grupos de Facebook aguantando estoicamente para encontrar esas perlitas que aparecen de vez en cuando. Para rollos más auténticos, estaré por Snapchat. Si te quieres unir, aquí al lado está el código y mi usuario es @sergserrano, igual que en Twitter. Seguramente no hablaremos tanto de marketing en estado puro como en otros foros, pero seguro que tus redes se ventilan un poco, dejando un olor más agradable.