El 87% de los directivos apunta que el principal problema al que se van a enfrentar las empresas en los próximos años es la falta de compromiso de sus empleados con los valores y objetivos de la compañía (Deloitte HC Global Trends 2015 ). La desmotivación de una plantilla es un golpe en la mandíbula a las expectativas de éxito y crecimiento de cualquier compañía. Muchas de ellas se empeñan en seguir mirando en exclusiva hacia delante -cliente- mientras el KO definitivo a sus perspectivas de éxito se acerca cada vez más rápido: el número de empleados que no es feliz en su trabajo presenta el porcentaje más alto desde el 2011 (VII Encuesta Adecco sobre ‘La felicidad en el trabajo’). Un oscuro panorama que tiene sus claros en la comunicación, concretamente, en la comunicación interna.
Diversos estudios han demostrado que hay una relación entre el compromiso de los empleados y el desarrollo de sus tareas. Saber cómo engordar el primer punto pasa por conocer la génesis del problema: ¿qué lleva a un empleado a ‘desengancharse’ de la empresa? Las razones principales: realización personal, ambiente laboral, salario, flexibilidad en los horarios y tener un buen jefe (informe de RedEmprendia).
La ‘pasta’ no lo es todo
A la mayoría de las empresas no les entra aún en la cabeza que el salario haya dejado de ser un elemento (o el único) clave para retener a un empleado o ‘tenerle contento’. La consultora Adecco preguntó a 3.500 trabajadores qué peso tendría en su elección de un puesto el que la empresa sumara ‘políticas de felicidad profesional’. Nueve de cada diez encuestados “lo tendría en cuenta” y más del 50% lo considera “un aspecto fundamental en su decisión”. Prevenir es evitar males mayores, y hay una palabra a grabarse a hierro y fuego: engagement. Traduciendo el recurrente anglicismo marketiniano: hacer del empleado “uno de los nuestros”.
Convertir al trabajador en fan de nuestra empresa requiere de un mimo similar al que dedicamos a nuestros clientes. Hablamos de emociones, puras y duras: ‘enganchar’ a nuestro empleado, tenerle feliz y contento en su puesto de trabajo, aumenta su rendimiento (hasta un 31%) y acerca el éxito un pasito más. Para enamorarle, debemos ser honestos, muchas empresas se pierden en retórica, debemos demostrar que sí, que es verdad que nos preocupamos por él.
“Cariño, ¡claro que te escucho!” (Comunicación interna)
¿Cómo vamos a enganchar a nuestro trabajador? Conociendo sus necesidades. Así pues, toca escuchar y demostrar que escuchamos. Ahí se asentará gran parte de la robustez de nuestro ‘happy environment’ empresarial. Dentro de las muchas herramientas a las que podemos recurrir (y que ya os contaremos en futuros posts): prácticas de socialización, rediseño de puestos, programas de formación y desarrollo, employer branding, job crafting,… Nosotros apostamos por reforzar nuestra estrategia de comunicación interna, un valor seguro para la implementación de mejoras, detectar los anhelos de nuestros empleados y convertirle en nuestro principal embajador. Te damos las claves para montar tu propia estrategia:
-Evaluar los canales
Nuestra estrategia de comunicación interna comienza por la evaluación de los diferentes medios y canales de los que disponemos, sobre todo en lo que se refiere a empresas L y XL. Si partimos de cero, no debemos olvidar incluirla en nuestro plan de comunicación anual y destinar los recursos necesarios. Una vez identificados esos canales (boletín interno, blog, web, newsletter, etc), deberá valorarse no solo la emisión (cosa de profesionales), sino también la gestión del feedback (cosa de profesionales).
-Estudia tu contenido
Tan importante como el continente -canal- es el contenido. Comunicarnos con nuestros trabajadores demanda un guion propio con un argumento que genere emociones y espíritu de pertenencia. Nuestro objetivo es aumentar la confianza del empleado. Para ello hay que poner en marcha una escucha activa dentro de la firma e implicar a todos y cada uno de los directivos. Ninguna compañía y organización va a poder eludir esta tarea a corto y medio plazo, lo que otorga a la comunicación interna más peso que nunca.
-Tu empleado: tu embajador
Ya existen varias plataformas (Woost Ambassadors) que convierten al empleado en embajadores sociales de marca online. Para ello es clave definir nuestra comunicación interna, invitar al trabajador a que comparta en -sus- perfiles sociales acciones de nuestra empresa, pasando a ser el trabajador un aliado para la comunicación externa e implicado en los objetivos globales. Aquí nuestra estrategia de comunicación interna potencia experiencias que impliquen ‘acción’, no nos limitamos a emitir un mensaje, necesitamos ‘emocionar’ a nuestro trabajador, lo que hará que alcance un mayor nivel de compromiso por la vivencia (empresa).
-Estrategia digital
Be digital, my friend. La comunicación interna también implica una estrategia digital. Las organizaciones tienen que ser sociales y móviles a la hora de comunicarse internamente con sus trabajadores; es aconsejable hacerlo en tiempo real. Redes sociales, web, aplicaciones, boletines internos son y serán protagonistas. Forma a tus empleados.
-Crea un blog interno
Es la desembocadura natural de los puntos anteriores. En un post anterior ya veíamos cómo un blog corporativo es ideal para generar engagement o compromiso con tus clientes externos; uno interno generará ese mismo engagement con el cliente interno, con los colaboradores, proveedores y trabajadores. Microsoft, Mc Donald o General Motor han puesto en marcha esta iniciativa y el resultado es más que positivo. Tenemos ya el canal (punto 1) y el contenido (2). En un futuro post hablaremos ampliamente de esta herramienta. Hoy os apuntamos brevemente algunas de sus múltiples bondades:
- Incentiva la participación del empleado. Va más allá del tradicional ‘buzón de sugerencias’. El empleado puede leer y aportar a través de una suscripción voluntaria y participar cuando y como quiera. Crearás una cultura de colaboración, propuestas de mejora y aportes, implicando a todos. Además, el trabajador comprueba que sus opiniones se tienen en cuenta, lo que favorecerá el sentimiento de pertenencia y el contrato psicológico.
- Transmite la cultura, misión, visión y valores de la empresa. Un blog interno es una vía ideal para mostrar aplicaciones concretas de los valores de la compañía y comprobar el alcance y la interiorización de los mismos a través de los comentarios. Genera confianza, compromiso, y además crea vínculos entre los proveedores y colaboradores.
- Cuida la imagen , reputación y la marca interna
- Forma y consolida una cultura digital en toda la empresa.
“Los clientes no son lo primero. Los empleados son lo primero. Si cuidas de ellos, cuidarán a tus clientes” -Richard Branson, fundador de Virgin