Como es costumbre cada año en Brandominus, hemos querido felicitar la Navidad de una manera creativa y original: fabricando con nuestras propias manos el primer turrón de agencia: el #InboundTurrón. ¡Ahí es nada! Por supuesto, con sabor a plátano. Nuestro CEO el Gorila Brandon no lo hubiera permitido de otro modo.
Este año, buscábamos hacer algo muy especial. Siempre nos gusta sorprender a nuestros clientes en Navidad, pero este año decidimos que, con todos los recursos y esfuerzo que cada año invertimos en nuestra acción navideña, teníamos que conseguir que nos apoyara algo más a nuestra propia comunicación.
¿Y si consiguiéramos hacer algo que nos ayudara a convener a potenciales clientes con los que hemos iniciado conversaciones de que somos la agencia que necesitan? ¿Y si pudiéramos incluso llegar a oídos de otros potenciales clientes?
Así nació la idea del turrón de plátano. De ahí al Inbound Turrón sólo hubo un paso, porque… ¿qué mejor manera de cumplir los objetivos marcados que con nuestro propio Inbound Turrón de plátano? Era Inbound, capaz de atraer a los clientes hacia nosotros, como el marketing que hacemos. Era turrón, perfecto para felicitar la Navidad a nuestros clientes. Y era de plátano, ideal para nuestro branding de Agencia Creativa del Gorila.
Ni cortos ni perezosos, todo el equipo se lanzó a los fogones decidido a conseguir la receta de turrón de plátano definitiva. Fue dificil dar con una, porque las pocas que encontramos con plátano no nos gustaban y las recetas tradicionales no admitían bien el plátano.
Hemos de confesar que nuestra primera intención fue la de comprar turrón de plátano y reenvolverlo con nuestro propio packaging de El Gorila, pero resulta que NO EXISTE turrón de plátano a la venta.
Sólo había una opción: El Gorila tendría que crear su propia receta original de turrón de plátano, añadiéndole dos valores extra al proyecto: la garantía de que los turrones El Gorila serían 100% artesanales (vale, más que artesanales, son caseros, que no me dejáis pasar una) y por la otra, ¡que íbamos a inventar una nueva variedad de turrón!
Tras decenas de pruebas, un par de cacerolas destrozadas, algún diente cascado y cientos de almendras sacrificadas, ¡conseguimos una receta cojonuda! Y una vez teníamos la receta, ya solo quedaba cocinar cada tableta de turrón una a una. Decenas de ellas. Una-a-una.
Pensamos que lo más duro ya había pasado, pero pecamos de ilusos. Cualquier gran idea que se precie tiene la complicación en el punto más insospechado. En nuestro caso, ese punto fue el envoltorio. Desde el principio lo teníamos claro: queríamos ese precioso papel aluminio que envuelve los bombones, dorado, más finito que el normal… con el que pretendíamos envolver la tableta antes de colocarle la etiqueta que completaba nuestro packaging. Bien, pues imaginareos nuestra sorpresa cuando, a 2 días de la fecha límite, recibimos nuestro flamante pedido de papel dorado y resulta ser papel foil.
Para el que no lo conozca se trata de un papel quebradizo, difícil de cortar y de manipular, con muchísima electricidad estática y bastante más rigidez de la que nosotros esperábamos. Sólo una palabra puede describir la agencia en ese momento: pánico. ¿Y ahora qué hacemos?
Tras recorrrer todos los establecimientos de la selva, susceptibles de vender nuestro papel soñado, nos dimos cuenta de que era imposible adquirirlo a tiempo.
Aunque pensándolo bien, si el destino quiere que el turrón de plátano se envuelva en papel foil dorado, ¿quiénes somos nosotros para oponernos? Así que encontramos una manera de utilizar ese, por otro lado vistosísimo papel foil, y tiramos p’alante sin mirar atrás.
Ya teníamos el turrón artesano, el primer envoltorio y tocaba enfrentarse al tema de la etiqueta. La etiqueta tenía que ser sencilla, navideña, profesional, pero capaz de transmitir la creatividad, el cachondeo y el buenrollismo de nuestra marca y nuestra agencia. Y así es como logramos dar con este packaging que refleja todo lo que es Brandominus. Si me preguntan a mi, diría que la etiqueta es el centro de toda la acción y allí donde se condensa todo su espíritu (abajo hay una galería donde podéis ver bien delantera y trasera).
Ya sabéis como funciona esto de las ideas, que una vez que las tienes, ya van a su bola. Crecen, se reproducen, te esclavizan y no te dejan morir hasta que no te han exprimido del todo.
Teníamos el turrón y molaba pero… ¿Ya está? ¿Nada más? No, no, nuestra idea no podía quedar sólo en el turrón, necesitábamos envolverlo en un poco de storytelling y completar la experiencia experiencia… Así fue como nos planteamos ¿por qué no crear toda una dinastía de gorilas turroneros con siglos de historia y recetas secretas de Inbound Turrón? ¡Con variedades de turrón SEO, Influencer turrón y Youtuber turrón!
Sí, señores lectores, así nació Turrones Brandominus, empresa fabricadora del Inbound Turrón El Gorila y la página web de esta familia turronera, en la que contamos su singular historia donde los contenidos, el engagement y otros conceptos marketinianos se funden con ingredientes como el chocolate, el plátano y las almendras. Pero no vamos a desvelaros más. El resto es mejor que lo saboreéis vosotros mismos.
Lo demás fue fácil: meterlos en cajas, escribir nuestro christmas personalizado, envolver las cajas con mimo y enviar a nuestro gorila repartidor, para que os los entregara uno por uno.
Ahora sólo queda esperar y ver si nuestro turrón, llega a ser tan Inbound como soñamos.
¡Nos leemos!