¡Ay, la viralidad! Todos lo perseguimos, la ansiamos, la cortejamos… pero al final, sabemos que no podemos controlarla y se va con quien quiera. La campaña más popular del mundo no puede competir con fenómenos como este, un vídeo que ya ha tenido 40 millones de reproducciones… y que ha supuesto un auténtico exitazo de ventas para la Disney. El famoso clip de la señora partiéndose de risa con la máscara de Chewbacca es ya el vídeo más visto de la historia de Facebook.
Es bien posible que haya visto ya ese vídeo: una señora llamada Candance Payne hace un unboxing de una careta de Chewbacca, que se ha comprado por su cumpleaños. Cuando la señora se prueba la máscara y escucha su propia voz convertida en, no puede evitar reír. Reír y reír… y estar riendo hasta dos minutos sin parar. Y a la gente le encantó.
El vídeo comenzó a compartirse en Facebook hasta convertirse, prácticamente, en un meme: surgieron vídeos de reacciones, imitaciones, imágenes…. A día de hoy, el clip acumula la friolera de más de 150 millones de reproducciones, y ella, súbitamente, se ha convertido en una estrella de las redes sociales, llegando a protagonizar un vídeo con el propio J.J. Abrams, el mismísimo director de Star Wars: El renacer de la fuerza y recibir una felicitación de Peter Meyhew, el actor bajo el disfraz del wookie, por su buen humor.
No es que una franquicia como Star Wars necesite mucha más publicidad extra, pero la popularidad del vídeo ha llegado a ser tan enorme que este artículo comenzó a desaparecer de los grandes almacenes y jugueterías donde se vendían. Resultado: el artículo quedó agotado en casi todos los grandes comercios de EEUU, convirtiéndose en el regalo de moda. En Ebay comenzaron a triplicar y cuadruplicar su precio, provocando que los fabricantes se apresuraran en preparar una nueva tanda para cubrir esta demanda.
Todo un puntazo a favor de Facebook, que continúa con su política de impulsar el contenido de su propia red y priorizarlo antes del que acude a otras plataformas (como la propia Youtube). Y hay que reconocerlo, en este caso, han acertado de pleno. Es casi imposible no reírse viendo el vídeo y acompañar a la sorprendidísima señora con unas sonoras carcajadas: no hay mejor difusión que la que nos da un cliente feliz.