La generación Z no está en Facebook, eso es un hecho. Ayer estaba yo tan tranquilo por mi muro de Facebook viendo vídeos de gatos empujando niños, que no me interesan absolutamente nada y preferiría no encontrármelos, pero como cuando te lo cruzas no puedes evitar quedarte a ver qué le pasa al jodío niño, Facebook no termina de aprender que no debería enseñármelo. #FirstWorldProblems. En fin, que estaba yo tan tranquilo por mi muro, cuando vi que José Ramón Sahuquillo compartía un post de Enrique Dans todopoderoso en el que, a través de una vivencia reciente, ilustraba el salto generacional en las redes sociales. No es nada nuevo, ya lo sé. Llevamos tiempo diciendo que los adolescentes no están en Facebook, ni pasan demasiado tiempo en Twitter. Están en Snapchat (mira aquí sus impresionantes cifras), Instagram, Vine, Youtube, Whatsapp… Pero al leer a Enrique Dans constatando algo que ya llevamos un par de años diciendo, la realidad me pegó una bofetada.
–> Todavía no nos lo hemos creído.
Facebook siempre ha sido Dios en social media marketing. Todo el universo conocido de targets ha estado en Facebook a nuestra disposición. Sí, ha habido segmentos o nichos para los que otras plataformas eran más apropiadas, pero Facebook era un must y un valor seguro donde de todas, todas, encontrarías parte importante de tu target. Las agencias, en general, lo estamos asimilando claro y rápido. Es normal, para nosotros es un regalito, admitámoslo: otra red, otra estrategia, otro ingreso. Pero el cliente, especialmente la marca mediana (las grandes marcas sí parece que se se están dando cuenta y están tomando posiciones), todavía no asume la realidad de que si quiere impactar en los adolescentes de la generación Z, en Facebook y Twitter no lo va a conseguir. Aún viven en ese autoengaño de que en Facebook están todos.
¿Pero nos interesa ya la generación Z?
El autoengaño, llega aún más lejos. Si es tu caso, déjame que te despierte de un bofetón a mano abierta, siempre desde el cariño, es que no quiero quedarme yo con la bofetada. «Ya nos preocuparemos de los adolescentes cuando crezcan, mi producto no es para ellos». ¿Te suena? Pues aquí va un cubo de realidad: la generación Z, no es como los millenials y mucho menos como la generación X. Nosotros en casa, pintábamos más bien poco en las decisiones de compra. Los millenials pintaban poco, y la generación X no pintaba nada. Sin embargo, los adolescentes actuales de la generación Z, influyen notablemente en las decisiones de compra de sus padres. Influye de manera determinante en el carrito de la compra, en las vacaciones, en tecnología, en restauración, en mobiliario y decoración del hogar…
Es decir, son un público en el que no sólo hay que pensar en ir acercándose porque dentro de 5 años será tu target. Hoy, tu target, compra MUY influenciado por sus opiniones. En muchas ocasiones, tu target pone la pasta y su adolescente decide, directamente. Y hablamos de una generación que tiene una relación muy distinta con las marcas a la que tenemos tú y yo. Nosotros buscamos servicio y productos que satisfagan nuestras exigencias. Ellos buscan marcas con las que identificarse, a las que seguir, de las que sentirse orgullosos de apoyar.
¿Cuánto vas a tardar en darte cuenta de que hay que mirar más allá de Facebook?