Desde Brandominus siempre hemos condenado el spam y la publicidad más intrusiva. Y desde los tribunales americanos parece que se está comenzando a hacer también. Los jueces han encontrado culpable a Sandford Wallace, el autodenominado “rey del spam”, y condenado a 30 meses de cárcel. Su actividad en Facebook no es sino la guinda a más de 30 años spameando sin piedad por cualquier forma de comunicación electrónica.
La condena le ha llegado, concretamente, por el spam en Facebook. El tipo utilizaba varios perfiles falsos, junto a cerca 1500 páginas webs, para obtener la información de las cuentas de los usuarios y llevarlos a un enlace que descargaría su lista de amigos y lo redirigiría a otras páginas webs. Toda una trama destinada a la estafa de usuarios incautos. El resultado fue que en apenas unas semanas, había tenido 550.000 víctimas que habían recibido… ¡más de 27 millones mensajes de spam!
Todo esto data de 2008, pero ya sabemos que la justicia es lenta. Incluso la orden de prohibición de usar Facebook fue violada, lo que añadió más cargos a su ya nutrido historial. Finalmente y tras años de litigio, ha sido encontrado culpable. Y a los mencionados 30 meses de ingreso, se le suma la prohibición de usar ordenadores o aparatos móviles, además de pasar otros 5 meses en una clínica mental.
¿Condena exagerada? Nada de eso. Wallace lleva prácticamente 25 años dedicándose a aprovecharse de internautas incautos para spamear o introducir en sus ordenadores virus y troyanos de todo tipo. Todo un cíber-estafador. Si la tecnología avanzaba, su capacidad de aprovecharse de ella también se adaptaba rápidamente. ¡Qué lástima que usara sus poderes para el mal!
Las actividades de Wallace datan de 1991, donde se dedicaba a mandar publicidad no solicita por fax, a pesar de estar prohibido desde 1990 en los EEUU. Las redes sociales modernas quedaban muy lejos, pero el tipo ya demostraba que tenía un rostro de cemento armado.
Cuando internet comenzó a despegar, no tardó en crear una compañía de “marketing” llamada Cyberpromo que se dedicaban al envío de emails publicitarios a diestro y siniestro. En aquel ya lejano 1995, su negocio estaba a la cabeza del sector, aunque fuera con estas malas prácticas. De nuevo, las leyes se interpusieron en su camino, prohibiendo este tipo de correo electrónico.
En 2007 fue MySpace, que se encontraba el pleno apogeo en los EEUU, la empresa que denunció las prácticas del amigo Sandford: tenía cerca de 11.000 cuentas falsas dedicadas a publicar publicidad en los muros de sus amigos. La condena fue muy ligera: simplemente se le prohibía el uso de la red.
Sin embargo, al amigo le fueron cayendo varias condenas por el uso de spyware en ordenadores, que utilizaba en diferentes páginas webs. Su truco era vender después el software para desinfectarlo los ordenadores de su propio sypware. Distintas condenas por este tipo de delitos sumaron hasta 230 millones de dólares, que eludió pagar declarándose en bancarrota.
Por activa o por pasiva, Wallace siempre conseguía evadir pagar esas enormes multas o ingresar en prisión. Hasta que se metió con Facebook y, con su largo historial, la suerte estaba echada, aunque tardara en llegar. No es el único: las leyes americanas tipifican el spam masivo como crimen: otros condenados a prisión por delitos semejantes son , Nicholas Tombros, el primer encarcelado por este tipo de crimen, o el ruso Oleg Nikolaenko, al que se le calcula responsable de 1 de cada 3 emails de spam del mundo. Casi na.
Fuente de imagen Alternativo.MX