No es que nos hayamos vuelto locos por la cercanía del estreno de Masterchef es que nos hemos cruzado con una marquesina que está causando furor y es que, cuando parece que está todo inventado en lo que a publicidad y marketing se refiere, aparece un visionario que seguro que es tildado de loco pero consigue llevar a cabo su idea y ¡triunfa! Este es el caso del impactante diseño de la marquesina de Burger King, siguiendo su mítico eslogan de a la parrilla sabe mejor ha cocinado una manera llamativa de seguir promocionando sus restaurantes.
Seguro que has oído hablar del marketing de los sentidos que se basa en la más pura neurociencia o dicho de otra manera, se aprovecha de la activación de los sentidos del consumidor (vista, tacto, oído, gusto y olfato) para promover su deseo de adquirir el producto o servicio que promocionamos. En esta teoría se ha basado precisamente la campaña que propone la cadena de comida rápida Burger King con un diseño que sorprende y llama la atención del transeúnte.
Apelar a la vista, el tacto y el olfato para que termines por darte el gusto. Así las cosas, no se les ocurrío nada mejor que diseñar una marquesina de autobús sencilla visualmente con forma de parrilla. Hasta aquí, parece más de lo mismo porque lo original de esta acción es precisamente que la parrilla parecía auténtica ya que desprendía luz, calor, humo… pero sobre todo ¡olor a whopper!
Sin duda, la marquesina parrilla llamaba la atención de los pasajeros que esperaban el autobús, nadie podía resistirse a acercarse para comprabar que la parrilla realmente estaba caliente y era entonces cuando la marquesina lanza el cuarto sentido, ¡te manda a probarlo al restaurante más cercano! Un diseño estudiando y calculado para que te apetezca un whopper, aunque no te lo hayas comido nunca porque ese olorcillo ¡da hambre!
Desconocemos si las ventas de whopper han aumentado pero de lo que estamos seguros es de que cuando el creativo detrás de esta idea llegó a Burger King con la propuesta recibiría caras de incredulidad y también de que a veces el marketing en sí mismo es una locura ¡para llamar la atención!