Esta semana, un divertido post de Vanity Fair ha tenido una buena difusión en redes sobre expresiones que hay que eliminar de las redes , por cansinas y rancias. Es certero y me hizo pensar en algo: las redes están en constante movimiento, los memes se queman en cuestión de semanas… pero algunas prácticas instauradas hace años aún siguen en activo. Una vez te paras a pensarlo, los ejemplos van desfilando ante ti: aún en pleno año 2016, hay algunas de estas prácticas arcaicas, antidiluvianas, que aún se practican. Incluso en cuentas importantes, ¡Actualiza un poco la manera de gestionar tus redes sociales, hombre!
Autoposteo
Parece increíble, pero esto aún sucede hoy en día, hasta en cuentas de grandes empresas: tweets que son repicados automáticamente en Facebook con hashtags que nadie usa. Posts de Instagram que aparecen en twitter como meros enlaces sin que podamos ver la foto. Vídeos de Youtube que aparecen con el título y nada más.
El infierno.
Sí, las opciones de autoposteo te ahorran tiempo, pero a día de hoy, lo único que demuestran es dejadez y falta de mimo a la cuenta en cuestión. Y si tu contenido es el mismo siempre… ¿para qué te van a seguir en varias redes a la vez? Emplea un poquito más de tiempo en adaptar el contenido a cada red y verás que los resultados son mucho mejores.
No presupuestar una campaña
Todos conocemos que los usuarios y seguidores son nuestros mejores embajadores, y que el compartir nuestro contenido es la mejor publicidad. Algunos piensan que esto equivale a que la difusión en internet siempre debe de ser gratis. Pero a día de hoy, el alcance orgánico de nuestras publicaciones no es suficiente para todos. Más aún cuando muchas redes sociales como Facebook o Instagram incluyen algoritmos que filtran cuántos usuarios van a ver nuestras publicaciones. Por muy fervientes seguidores que tus usuarios sean de tu marca, por mucho que el boca a boca sea la mejor publicidad, tienes que incluir un presupuesto, aunque sea pequeño, para aumentar el alcance de tus contenidos más importantes
Enviar mensajes automatizados cuando alguien te sigue
Similar al tema del autoposteo, a veces se nos ponen los pelos de punta cuando encontramos un mensaje genérico agradeciendo el seguimiento en alguna cuenta: demuestra poco interés por tu cuenta y, como decimos, cierta ranciedad en el proceso. Si además tu mensaje incluye algún enlace con contenido, directamente parece que tienes más interés en venderles algo que en escuchar a tu nuevo seguidor.
Compartir o generar mensajes sobre un tema antes de saber si es un hoax
A Jack Black ya le han matado dos o tres veces, y el hombre sigue vivo: es un ejemplo extremo, pero una buena muestra de por qué es necesario contrastar tus fuentes antes de compartir contenido o unirte a un tema con cierta viralidad. No des cabida en un TL a rumores y noticias falsas. La credibilidad siempre está por encima del aprovechar una moda o TT.
Abusar de hashtags
¿Hola? Estamos en 2016. A estas alturas todos sabemos lo molesto que es una sobredosis de hashtags en cualquier tweet o publicación de Instagram. La imagen que proyectas es la de querer subirte al carro de cualquier manera, de buscar difusión a la desesperada, en lugar de conseguirla porque tu contenido es interesante. Elige bien cuales vas a usar y obtendrás mejores resultados, en lugar de parecer que no confías en tu producto.