La última y divertida campaña de Shandy Cruzcampo Zero me ha recordado un tema pendiente para el blog del gorila: el de las visitas inesperadas a nuestro TL de cuentas que lo único que buscan es el followback o peor, hacernos spam puro y duro.
La campaña de Shandy Cruzcampo Zero no tiene nada que ver con esta práctica invasiva de Twitter, es más, se trata de una campaña de marketing online que pide que sea el usuario quien tome la iniciativa: escribiendo el #hashtag #ShandyCruzcampoZero se recibe un tuit de respuesta en el que un supuesto bufete de abogados nos amenaza con demandarnos. Nos invitan a leer más en un enlace… que nos lleva directamente a la landing creada para promocionar esta nueva cerveza.
Todo correcto, normal, divertido, una buena campaña de marketing online con intención viral. Nada que ver con lo que muchos usuarios y cuentas bots hacen, incumpliendo esa máxima de mito del vampiro moderno de que ‘no se puede pasar a una casa sin ser invitado por su inquilino’.
Las tenemos que son simples bromas, cuentas programadas por usuarios para hacer la gracia (os dejo un par de cuentas parodia que funcionan así) para recibir el reply de turno:
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Dependiendo de como uses tu cuenta conocerás más o menos vestigios de esos primeros tiempos de la red social (y aún habrá quien interactúe con estos robots, pillado desprevenido) pero lo que no es de recibo es estar hablando de actualidad, de un producto que se presenta o de nuestro tema laboral favorito (por ejemplo, SEO) y recibir el floodeo molesto de todas estas cuentas programadas con el ánimo de cazar a algún incauto.
-Disculpadme que no ponga capturas de replys o tuits de estas cuentas, cuanto menos se visibilicen, mejor. ;)-
Ya el nivel extremo de esta mala práctica lo podemos encontrar en quienes monitorizan en busca de sus keywords de turno y te asaltan el TL (“oye, tú; si buscas este accesorio nosotros te lo vendemos”) ; huelga decir que nunca compré en esa tienda que, pensando que me hacía un favor, me tuiteó su maravillosa solución.
¿A quién le gusta jugar con estas reglas tan laxas de juego? Respetáis las netiquetas básicas en vuestras cuentas personales? ¿Y en la corporativas, os habéis visto en estas tesituras alguna vez?