El verano es para salir y divertirse pero no por ello nos olvidamos de las redes sociales y nuestra vida online, de hecho los hoteles, restaurantes ¡hasta centros de salud! ofrecen wifi y no, no me pregunto por qué será… Internet no para en verano, es parte de nuestra vida y términos como «postureo» nacen directamente de esta fuente porque el postureo no es nada sin la exposición en redes sociales. Teniendo claras las bases, el Social Media Marketing, no para en época estival y ¡lo sabemos!
Las vacaciones sin redes sociales no son vacaciones, puedes estar pasándotelo de película que si no subes fotos de que haces, comes, donde estás, donde vas y que compras… es como si no estuvieras. Esta patología que personalmente me afecta y mucho es un punto que las marcas pueden aprovechar. Hasta la llegada del smartphone nos ibamos de veraneo y pasábamos de televisión y por supuesto de ordenador, ahora el consumidor ha cambiado y el consumo también, a los marketers ¡nos toca aprovecharlo!
No dejemos que el consumidor o cliente desconecte de nosotros, que no nos olvide y nos lleve de vacaciones porque en tiempo de asueto también hay quien se aburre y se dedica a navegar, solo cambia el pc de la oficina por su móvil desde la toalla y por ello tenemos clarísima la necesidad de adaptar los contenidos y la estrategia.
Hay mucha gente de vacaciones, especialmente durante agosto. Por ello, tu publicación de las 7 de la mañana no goza de la salud habitual y es porque en vacaciones la gente no madruga, aunque siempre estará el pintoresco caballero que se levanta a las 5 para plantar su sombrilla en primerísima línea de playa, ese señor no es significativo y por ello te recomiendo cambiar los horarios de las publicaciones, ¡no madrugues!
El contenido tampoco puede ser el mismo, es como en Navidad que todos nos volcamos con las peculiaridades de la fechas, apelamos a la emoción e ilusión infantil y terminamos con sobredosis de turrón y con ganas locas de empezar con el bombardeo incesante de corazones y unicornios «sanvalentineros» (o no, pero es el siguiente paso). En verano lo que apetece y se lleva es el cóctel, la chancla y por supuesto los bañadores para remojarnos, si tu marca vende libros de texto, ¡no importa! Ahí entramos nosotros para encontrar la clave y subir al libro de matemáticas o física cuántica a una tabla de surf para que la moda en Peñíscola sea pasear con una mochila repleta de libros de texto.
La estrategia puede ser de tantos tipos como marcas existen y marketers habitan sobre la faz de este y otros planetas. En esto de crear estrategias, soy muy fan de la frase «cada maestrillo tiene su librillo» y me rijo por la idea inamovible para mí de que lo que funcionaba ayer puede no ser válido para hoy y mañana estará obsoleto por ello animo a marcas y a los marketing strategist a no asustarse y seguir la metodología Lean, innovar con un pie en el pasado para en caso de fallo pivotar y si es un éxito meterte con los dos pies y persistir.
Si pese a todos tus intentos, los ratios no van como deberías… ánimo y no te rindas seguro que en septiembre llega tu oportunidad de crecimiento. Nuevo curso, ¡nueva vida! Lo importante es que aprendas y saques conclusiones para que el verano que viene puedas afinar y ganar la partida del Social Media veraniego.