Otro ejemplo de redes sociales al servicio de la medicina y la salud pública. El retinoblastoma es un tipo de cáncer que sólo se da en los niños, y que consiste en la formación de células canerosas en los tejidos de la retina, que no es fácilmente detectable a simple vista. Sin embargo, esta células cancerosas reaccionan de manera particular ante determinados estímulos lumínicos. ¿Podría un filtro de Snapchat ser capaz de identificarlo y avisar a los padres del niño?
Esto es lo que se plantearon en la National Organization for Rare Disorders, parecer ser que gracias a la creatividad de varios alumnos de la prestigiosa Miami Ad School. Si se pudiera aprovechar el grandísimo éxito y penetración que Snapchat tiene entre los padres jóvenes de todo el mundo, a quienes les encata hacer fotos y vídeos de sus hijos con los famosos filtros, conseguirían desarrollar una estupenda herramienta de diagnóstico del retinoblastoma.
Hasta ahora, era posible aproximarse a identificar este cáncer de ojos gracias a los flashes al tomar una fotografía, ya que la retina produce un brillo muy particular mostrando una mancha blanca en el ojo del pequeño. Esa es la señal para acudir al oftalmólogo y que este pueda hacer las pruebas médicas necesarias para descartarlo o confirmarlo.
«Sólo» había que unir ese conocimiento a la tecnología de filtros de Snapchat para conseguir el filtro detector de cáncer de ojos. Y eso han hecho, en asocación con la red social del fantasmita han creado ese filtro que cuando detecta la característica mancha en el ojo, no sólo lo muestra, sino que se lo hace saber con una notificación recomendándoles acudir a un profesional para evaluar la situación.
¡Nos leemos!